La ortodoncia invisible en el año 2029

El #10YearsChallenge fue el primer reto viral del 2019. Bajo este hashtag los internautas compartían sus fotos personales de hace 10 años en sus redes sociales.

Viendo esto, yo me pregunto, ¿en el año 2009 habrías predicho que hoy día se podrían tratar las mismas maloclusiones con alineadores que con brackets? ¿habrías pensado que se podrían realizar tratamientos de ortopedia en pacientes en crecimiento con alineadores? ¿habrías imaginado que existirían clínicas que solo se dedicasen a la ortodoncia con alineadores?

Pues bien, el reto que yo me planteo ahora es, ¿Qué pasará en el año 2029? Voy a contar mi visión de lo que creo que pasará dentro de 10 años.

1. Big data y la inteligencia artificial

En los próximos años, y en este año sin ir más lejos, escucharemos a menudo las palabras big data (BD) e inteligencia artificial (IA). Pero ¿en qué consiste exactamente y en que nos influye?

No hay lugar a duda que la tecnología ha revolucionado nuestra práctica diaria. Hace apenas 10 años teníamos que derivar a centros radiológicos la realización de registros diagnósticos de nuestros pacientes. Hoy día, prácticamente todas las clínicas cuentan con equipos radiográficos, incluso muchas, con radiografías digitales en 3D. Del mismo modo, no hace mucho tiempo realizábamos modelos del paciente con alginato y escayola. Hoy día, disponemos de escáneres intraorales con los cuales en apenas unos minutos podemos tener las arcadas del paciente y la relación interoclusal en un archivo estereolitográfico (.stl) y utilizar herramientas que nos permiten hacer análisis, ver los contactos oclusales, hacer superposiciones con el CBCT, etc.

En los años 40, Charles H. Tweed presentó en la reunión de la Asociación Americana de Ortodoncia (AAO) los modelos de escayola de 100 pacientes retratados con extracciones que anteriormente habían sido tratados sin extracciones para que los asistentes pudiesen analizarlos. Pero… ¿te imaginas analizar los modelos de 1000 pacientes? ¿y de 100.000 pacientes? ¿¡y de millones de pacientes!? Hoy en día es posible.

Los macrodatos, datos a gran escala o también denominados big data hacen referencia a un conjunto de datos tan grandes y complejos como para que hagan falta aplicaciones informáticas para procesarlos.

Como ya habrás deducido, existe al menos una compañía que tiene en su base de datos los registros digitales de millones de pacientes.

La inteligencia artificial, es la inteligencia de las máquinas. Aunque suena un poco a ciencia ficción, básicamente se trata de que el ordenador procesa los datos, los analiza y aprende de ellos. A este proceso también se le llama machine learning (aprendizaje de máquinas). Gracias a este aprendizaje automático los softwares que mueven los dientes serán mejores.

Pongamos un ejemplo: Si un doctor siempre pone un atache en un incisivo lateral cuando está rotado más de 5º, mediante el machine learning el software aprenderá y en el siguiente caso que detecte esa rotación en un incisivo lateral, automáticamente pondrá el atache. Esto sería inteligencia artificial.

Podemos ir un paso más allá. Si tras analizar 1 millón de pacientes de clase II el software observa que por cada 1mm de distalización se pierde un grado de torque, lo que hará será aprender y a partir de ese momento, aumentará automáticamente 1º de torque por cada mm de distalización en las clases II. También ampliaremos nuestros conocimientos sobre biología del movimiento dental, ya que tendremos información objetiva de cuáles son las cantidades ideales de los movimientos de los dientes. Esto dos ejemplos serían aplicar la inteligencia artificial al big data.

No cabe duda de que, dentro de 10 años, mediante la sinergia del big data y la inteligencia artificial, los simuladores y los softwares que moverán los dientes serán muchos más precisos y predecibles gracias a este análisis y aprendizaje. Por lo tanto, obtendremos mejores resultados en menor tiempo. Incluso, el ordenador realizará la estimación de tratamiento, no solo por la posición inicial de los dientes, sino también en función de la edad, uso de elásticos e incluso ¡de la experiencia del doctor!

2. Material

Una vez que tengamos el software ideal, el otro pilar fundamental será el material. En los próximos años las grandes compañías cada vez invertirán más en los departamentos de I+D en busca del material perfecto.

¿Cuáles serían las características del material perfecto para confeccionar alineadores? Estas cualidades serían: transparencia, que sea lo más fino posible, cómodo, que no produzca heridas y rozaduras, que no se tiña y no se manche, que no se rompa, que no pierda sus propiedades a lo largo del tiempo, flexible pero capaz de transmitir fuerzas ideales y con una excelente capacidad de ajuste y recuperación elástica. Este material debería poder imprimirse directamente en una impresora 3D, y, ya puestos a pedir, que sea barato.

¿Te imaginas un alineador tan fino y transparente como una lentilla, con un ajuste tan preciso que se amoldase al diente en todo su contorno y que no necesitase ataches ni aditamentos? ¿Te imaginas realizar todo el tratamiento con un único alineador que no perdiese sus propiedades y tan elástico que acoplase perfectamente en todos los dientes independientemente de la etapa del tratamiento o de la colaboración del paciente? ¿Te imaginas un material que adaptase tan bien y fuese tan cómodo que no se manchase ni rompiese permitiendo al paciente llevarlo las 24h, incluso para comer y que no lo notase? ¿Te imaginas poder imprimir este material en tu clínica en cuestión de minutos?

No sé si en los próximos 10 años encontraremos este material. Lo que sí sé es que se producirá una competición entre las compañías fabricantes de materiales y de alineadores en busca de la fórmula mágica, por lo que dispondremos de una gran carta de materiales para elegir.

3. Especialización

Al igual que hemos pasado del barbero-cirujano, médico, estomatólogo, dentista y finalmente al ortodoncista, la evolución continua.

Según la Wikipedia, «especialización es el proceso por el que un individuo, un colectivo o una institución se centra en una actividad concreta o en un ámbito intelectual restringido en vez de abarcar la totalidad de las actividades posibles o la totalidad del conocimiento.». Dicho con otras palabras, «Quien mucho abarca poco aprieta», o «Aprendiz de todo maestro de nada». Lo opuesto a la especialización son los conocimientos generalistas.

La motivación para la especialización puede venir de manera directa o indirecta. Entre las causas directas podemos destacar el aumento del conocimiento, la aparición de nuevas técnicas y el deseo de crecimiento del profesional. Las principales causas indirectas vienen dadas por la plétora profesional y por la mayor exigencia de nuestros pacientes.

Por lo tanto, la especialización continuará en los próximos años. Tengo claro que encontraremos especialistas en ortodoncia invisible, posiblemente aparecerán especialistas en ortodoncia invisible para niños. Pero ¿hasta dónde llegaremos? ¿Veremos especialistas en el tratamiento ortopédico de la mordida cruzada posterior en niños con dentición temporal con alineadores?

4. Teledentistry

La teleodontología o venta directa al consumidor será el gran reto que tengamos que afrontar en la siguiente década.

Algo parecido ocurre con los blanqueamientos dentales. Hoy en día, podemos encontrar diferentes sistemas de blanqueamientos domiciliarios, ya no solo en farmacias, sino en centros comerciales y como no, en internet.

La promesa de la teleortodoncia es “alinear los dientes con precios más baratos”. Dos factores claves están impulsando esta industria: tecnologías más sofisticadas y caducidad de las patentes.

El auge de estas compañías es posible gracias a la simplicidad del proceso. El paciente se toma una impresión desde su casa o acude a un centro de escaneo. Al otro lado, un profesional diseña plan de tratamiento y se lo envía por correo junto con unas instrucciones. Se produce una monitorización del proceso mediante fotos que el paciente envía online.

En contraposición se encuentran los profesionales sanitarios y las sociedades científicas, entre las que se encuentra la Sociedad Española De Alineadores. Estos sistemas puedes ocasionar daños irreversibles a los pacientes ocasionados por un incorrecto diagnóstico, limitación en los procesos de tratamiento y en la monitorización incorrecta. Por ejemplo, con estos sistemas no se puede realizar reducción interproximal (ipr) ni utilizar elásticos, dejando la resolución del apiñamiento básicamente a la expansión y proinclinación de los dientes, con las posibles consecuencias como recesiones, movilidad e incluso perdida de dientes. Sin descartar posibles problemas funcionales o articulares.

Actualmente estos sistemas se encuentran restringidos prácticamente en Norte América, Reino Unido y Australia. En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha informado que al tratarse de productos sanitarios para los que se requiere inexcusablemente la intervención de un profesional sanitario cualificado, se prohíbe su venta por internet. De ahí que haya ordenado a la compañía el cese de la venta de sus alineadores.

¿Qué pasará en el futuro? En mi opinión, en los próximos años se producirá una proliferación de este tipo de compañías, pero su éxito o fracaso dependerán de dos factores: regulación de los organismos sanitarios competentes en cada país y posibles demandas e indemnizaciones millonarias que hagan caer el valor de las compañías o incluso su desaparición.

5. In office

Sin duda este es mi punto favorito.

¿Cómo veo yo mi práctica clínica dentro de 10 años? El paciente acudirá a la clínica, en la primera cita mediante un escáner intraoral le mostraremos el plan de tratamiento real (no una simulación) junto con el tiempo de tratamiento. En ese mismo momento, si el paciente acepta, podremos imprimir en la clínica «in office» en cuestión de minutos los alineadores, o al menos, el primer juego. Es decir, en la primera visita y en menos de 1 hora el paciente podrá comenzar con su tratamiento.

El gran salto lo daremos cuando las impresoras 3D puedan imprimir directamente los alineadores. Actualmente las impresoras dentales imprimen los modelos del paciente y sobre ellos hay que confeccionar los alineadores. Aunque ya existen materiales biocompatibles aptos para la impresión, ninguno reúne las características idóneas.

En el momento que podamos imprimir los alineadores en clínica, esta optimización de procesos implicará una importante reducción tanto en el tiempo de confección como en los costes de producción, y, por lo tanto, irá unido a un abaratamiento del precio.

Por lo tanto, las grandes compañías de alineadores tendrán que reconvertirse en empresas que venderán escáneres intraorales, un software que mueva los dientes, impresoras 3D y como no, el material de los alineadores.

Existirán grandes compañías que venderán “su sistema” como un “todo incluido”. Pero también se producirá una liberalización del mercado y podremos comprar el escáner y el software a una compañía, la impresora a otra y el material a otra diferente.

Conclusiones

No cabe duda de que, en los próximos diez años, gracias al big data y la inteligencia artificial nuestros tratamientos serán más efectivos (eficaces y eficientes), por lo que obtendremos excelentes resultados y tratamientos más cortos.

No creo que aparezca el material ideal en la próxima década, pero seguro que aparecerán nuevos y mejores materiales, los cuales nos darán mucho juego.

Pero sin duda, en el próximo decenio, la gran revolución será cuando podamos imprimir directamente los alineadores en las clínicas. Obviamente, muchas clínicas seguirán trabajando como hasta ahora, pero proliferarán las clínicas especializadas y los especialistas en ortodoncia invisible.

Gracias a la aparición de nuevas empresas que fabrican alineadores y a una optimización de procesos de las ya existentes, el precio de coste de fabricación de los alineadores bajará considerablemente.

Por último, la teleortodoncia puede que crezca o desaparezca, no lo tengo claro. Pero, os dejo una reflexión ¿por el mismo precio te harías teleortodoncia sin control o irías a una clínica de referencia?

Nos encontramos ante una década de cambios apasionantes…

 

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Por |Publicado: 19 febrero 2019|Actualizado: 19 febrero 2023|Categorías: Artículos Roman, Ortodoncia|Palabras Clave: , , , , , |Visto: 610|

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